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Nos quedamos sin "Juniors"

4 min

re.set — Formación

Nos estamos quedando sin "Juniors". Y esto es un problema.

Entra en cualquier agencia de publicidad hoy en día y te darás cuenta de algo: todo el mundo parece...experimentado.

Los veinteañeros que solían ocupar los puestos junior apenas representan ya el 6,5% de la plantilla en publicidad y relaciones públicas en Estados Unidos, frente al 10% de hace solo cinco años.

Detrás de esta cifra hay algo más preocupante: estamos perdiendo a toda una generación que debería estar empezando ahora. Menos ideas frescas, menos gente aprendiendo desde abajo y un semillero de futuros líderes que se está quedando muy mermado.

Sí, los presupuestos están ajustados y la IA se encarga de las tareas rutinarias. Pero el coste de saltarnos toda esta capa de profesionales lo vamos a pagar después, cuando nos demos cuenta de que nadie sabe realmente cómo funcionan las cosas.


Lo que realmente te enseña el trabajo "de base"

Cuando empecé, mis primeros años estuvieron llenos de tareas que sobre el papel parecían sencillas. Revisar carpetas infinitas de imágenes, aprender a elegir la foto que funcionaba, ir a imprentas para entender cómo se comportan los colores y las texturas, pasar horas haciendo estudios de mercado bastante aburridos.

Nada de eso tenía glamour. Pero me dio algo que no sacas de un tutorial: criterio. Cómo trabajar con especialistas, cómo reconocer la calidad en los detalles, cuándo fiarte de tu instinto y cuándo hacer caso a quien sabe más.

Ahora la IA puede seleccionar imágenes, combinar colores y resumir investigaciones. Y eso me hace preguntarme: ¿dónde aprende la gente a tomar este tipo de decisiones hoy en día?

Los números respaldan la preocupación. Adweek descubrió que las prácticas en marketing y publicidad llevan cayendo desde 2022 en el mercado estadounidense. ¿El pico de contratación de verano que solía llegar al 125% por encima de Enero? Ahora apenas toca el 40%. Los puestos de plantilla han bajado un 11% mientras que los puestos directivos se mantienen. Literalmente se nos está vaciando la base de la pirámide.

Mientras tanto, las solicitudes de prácticas por puesto se han disparado: más gente peleando por menos oportunidades.


Hay empresas que van a contracorriente

No todo el mundo sigue esta tendencia. El CEO de Duolingo recientemente decidió apostar por contratar recién graduados mientras otras empresas cerraban sus programas de prácticas. ¿Su lógica? El talento joven aporta ideas que no están limitadas por "lo que no se puede hacer", y además entienden la cultura digital de formas que realmente importan.

Ravi Kumar de Cognizant apunta que la IA puede abrir hueco para más contrataciones junior porque la barrera técnica baja, pero solo si diseñamos estos trabajos para enseñar a decidir, no solo a manejar herramientas. La IA aumentó la productividad de los desarrolladores junior un 37%, bastante más que la del personal senior.

Jamie Dimon de JPMorgan Chase dice que la verdadera escasez no es de gente, sino de habilidades. Pero las habilidades más valiosas ya no serán solo técnicas. Serán las más difíciles de automatizar: creatividad, pensamiento crítico, saber cuándo algo no encaja aunque no sepas explicar por qué.


El problema de la IA y el pensamiento único

Algo que veo constantemente: la IA te da exactamente lo que le pides, con eficiencia perfecta. Pero el mejor trabajo surge cuando alguien dice "Oye, ¿No estaremos enfocando mal el problema?"

Las grandes empresas llevan décadas premiando a quien sigue instrucciones y penalizando a quien cuestiona. Dicen que buscan "pensadores críticos", pero luego sus propios sistemas los callan.

La IA hace que seguir órdenes sea barato y fácil. Lo que se vuelve más valioso es justo lo contrario: cuestionar el briefing, ver los puntos ciegos, hacer las preguntas incómodas.

Y eso es exactamente lo que aprendes en esos primeros años cuando haces el trabajo con tus propias manos. No solo cómo usar las herramientas, sino cuándo no usarlas.


Volver a construir desde abajo

Para las empresas esto significa crear puntos de entrada reales: trabajo donde la IA puede ayudar pero no sustituir completamente. Trabajo que enseñe matices y capacidad de adaptación.

Para los profesionales que empiezan significa aprovechar que eres nuevo como ventaja. Sé el más curioso de la sala. Ve más allá de la primera respuesta. Pregunta "¿Por qué?" cuando los demás asienten sin más.

Siempre vuelvo a lo mismo: Si nadie aprende lo básico ahora, ¿Quién va a saber manejar lo complejo después? Podemos automatizar tareas, pero no las pequeñas lecciones que vienen de hacer realmente el trabajo.

Si no hacemos espacio para esas lecciones —y para la gente que necesita aprenderlas— la verdadera escasez no será de habilidades técnicas.

Será de gente que sepa realmente lo que está haciendo.

 

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