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Del Control al Empoderamiento: El paso de jefes a líderes.

3 min

re.set — Formación

Hubo un momento en que todo el mundo quería ser “jefe” y se multiplicaron los jefes de área, los coordinadores, los supervisores, el asistente del supervisor, hasta el asistente del asistente, en una infinidad de cargos verticales donde todos podrían sentir que eran jefes de alguien y tener su parcela de poder.

Hoy día el entorno empresarial ha experimentado un cambio profundo, dejando atrás la era de los jefes para dar paso a una demanda creciente de líderes, mentores y creadores. Este cambio, motivado por transformaciones demográficas, avances tecnológicos y una redefinición del concepto de "trabajo", destaca la necesidad de pasar de estructuras jerárquicas tradicionales a modelos más horizontales y colaborativos.

Metodologías como el Business Agility han propiciado esta transformación, empoderando a los equipos, dotándoles de capacidad de decisión y fomentando estructuras más horizontales.

Desmitificando el liderazgo tradicional:  control vs. colaboración.

Durante mucho tiempo el paradigma empresarial se centraba en la figura del jefe como la autoridad máxima, era el encargado de tomar decisiones, delegar tareas y medir el flujo de trabajo. La cultura organizacional era rígida y jerárquica, limitando el acceso a la información.

En un mundo donde el conocimiento tiene una vida cada vez más corta, la mentalidad de esto es válido porque "siempre se ha hecho así" choca con las necesidades actuales. Los jefes solían controlar el flujo de información y oportunidades, pero ahora el acceso al conocimiento y la información está a un solo clic, es instantáneo y global, desafiando el control directo de los jefes.

La transición hacia las organizaciones de líderes es vital, donde el liderazgo se entiende como una función en lugar de un título. Se trata de influir, inspirar y guiar en lugar de controlar.

Este nuevo paradigma, en el que se enmarca nuestra filosofía del Business Agility, enfatiza la retroalimentación continua, la medición de los avances hacia unos objetivos claros, un acceso a la información transparente, equipos empoderados y aprendizaje constante.

El surgimiento de las organizaciones de Líderes: Inspiración y Colaboración.

El cambio hacia las organizaciones de líderes implica una transición hacia un modelo más horizontal y participativo. Aquí, el liderazgo no se limita a una sola persona en la cima de la jerarquía, sino que se fomenta en todos los niveles de la empresa. Se valora la capacidad de influir, inspirar y guiar a los demás para alcanzar objetivos comunes.

En estas organizaciones el énfasis se coloca en la colaboración, la comunicación abierta, la toma de decisiones participativa y la promoción de un entorno donde cada individuo se siente valorado, escuchado y capacitado para aportar con sus habilidades únicas. Los líderes, en lugar de ejercer un control directo, buscan potenciar a sus equipos, brindándoles las herramientas y el apoyo necesarios para desarrollar su máximo potencial.

El gran desafío: de boss a leader.

El cambio de paradigma de "boss" a "leader" no es solo semántico, sino una transformación cultural. Los líderes actuales deben adaptarse, aprender y flexibilizarse para liderar en entornos más dinámicos y colaborativos. Esta transición requiere que los jefes actuales acepten la necesidad de cambiar para mantenerse relevantes.

Para que un jefe pase a ser un líder tiene que “desaprender” viejas prácticas y abrirse a una nueva mentalidad.

Cómo superar los obstáculos de la mano del Business Agility.

En medio de este esfuerzo transformador, algunos directivos se encuentran con obstáculos importantes. Superar estos retos exige un planteamiento estratégico que reconozca y aborde las múltiples barreras que dificultan la evolución de jefes a líderes.

Miedo a perder el status quo y el control: un impedimento común para adoptar el nuevo liderazgo reside en el miedo a perder tanto el status quo establecido como la sensación de tener un control absoluto. Este miedo suele derivarse de una mentalidad tradicional que asocia liderazgo con autoridad. Para superarlo, nuestro enfoque fomenta una redefinición del liderazgo, haciendo hincapié en que la verdadera influencia se deriva de capacitar a los equipos en lugar de controlarlos.

El reto de delegar: saber delegar tareas es una habilidad que transforma a los jefes en líderes. Delegar tareas permite a los líderes centrarse en la visión estratégica, al tiempo que capacita a los equipos para asumir sus propias iniciativas.

Combatir la inercia con Business Agility: la inercia, un reto habitual en el lugar de trabajo, se contrarresta eficazmente con los principios del Business Agility . Nuestra filosofía aboga por una estructura en la que los equipos no estén limitados por jerarquías rígidas, sino que estén facultados para desarrollar su talento, iniciar proyectos y tomar decisiones alineadas con los objetivos de la empresa. Este enfoque descentralizado elimina los grilletes de la inercia, permitiendo que cada equipo aporte su perspectiva de forma dinámica.

Los pilares fundamentales de las organizaciones de líderes.

Una estructura horizontal implica menos gestión intermedia y más participación de los empleados en la toma de decisiones, lo que fomenta la innovación y la productividad. Los líderes han de fomentar ciertos principios para que esta estructura horizontal se mantenga, gracias a equipos más empoderados:


  • Fomentar el talento: pasar de delegar tareas a identificar el potencial, proporcionando oportunidades de aprendizaje, valorando las iniciativas y dando una retroalimentación clara y directa, como comentábamos en nuestro artículo sobre el Radical Candor.

  • Comunicación transparente: contando con una política de CFRs clara y bien definida.

  • Objetivos claros: para esto contamos con la ayuda de los OKRs, que sirven de hoja de ruta para que todos los equipos remen en la misma dirección, conociendo una meta clara y pudiendo medir el avance en cada uno de los objetivos.

  • Empoderamiento y confianza: los líderes no solo delegan responsabilidades, sino que también confían en sus equipos para tomar decisiones. El empoderamiento fomenta un sentido de pertenencia y compromiso, lo que lleva a un mayor rendimiento y motivación.


Las jerarquías tradicionales ya no encajan bien en un mundo que demanda agilidad, creatividad y liderazgo y un entorno que fomente la autonomía y el crecimiento personal. El cambio de paradigma de organizaciones de jefes a organizaciones de líderes no es simplemente un cambio en la nomenclatura, es una transformación fundamental en la forma en que se entiende y se practica el liderazgo.

Mediante la implantación de sistemas como los OKR y una retroalimentación continua, los líderes mantienen el control sobre los objetivos, al tiempo que fomentan un entorno de colaboración, adaptabilidad y mejora constante. En este paradigma, el paso de jefes a líderes no es una mera necesidad, sino un imperativo estratégico para el éxito sostenible de la organización.

Si quieres pasar de ser una organización de jefes a una organización de lideres te acompañamos en la transformación.

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